El cultivo de hongos ha evolucionado con el tiempo, y una de las técnicas más eficientes para la propagación del micelio es el uso de medios líquidos. Son las mal llamadas por todxs nosotrxs «culturas líquidas», una deformación lingüística de la traducción del inglés «liquid culture». Esta metodología permite un crecimiento rápido y uniforme del micelio, facilitando su posterior transferencia a diferentes sustratos. En este artículo, exploraremos en detalle qué es el micelio en medio líquido, cómo prepararlo y los beneficios de su uso en el cultivo de hongos.

¿Qué es el Micelio en Medio Líquido?

El micelio en medio líquido consiste en propagar el micelio de un hongo en una solución nutritiva estéril, donde puede crecer y desarrollarse sin restricciones de espacio. A diferencia de los medios sólidos, como el agar o el grano, el medio líquido permite una mayor movilidad de los nutrientes y una distribución homogénea del micelio en suspensión.

Cómo Preparar un Medio Líquido para Micelio

Para preparar un medio líquido adecuado, se requieren los siguientes ingredientes y materiales:

  • Agua destilada o filtrada
  • Una fuente de azúcares simples como miel, jarabe de maíz o extracto de malta
  • Un frasco de vidrio con tapa con dos perforaciones, una para incluir un puerto de inyección y otra para el filtro de intercambio de aire
  • Un autoclave o una olla a presión para esterilizar

El procedimiento básico para una gran mayoría de hongos que cultivamos consiste en mezclar la fuente de azúcares con el agua en una proporción adecuada (generalmente entre 2% y 4% de azúcares), verter la solución en el frasco y esterilizarlo. Una vez frío, se inocula con micelio proveniente de una placa de agar o una jeringa con esporas. Cabe recordar que algunos hongos crecen en medios de cultivo más específicos. En este link puedes ver cómo partir de micelio en placa Petri para preparar micelio líquido (abreviatura del micelio expandido en medio de cultivo líquido).

Ventajas

Velocidad de crecimiento y colonización
El micelio en LC suele expandirse en sustratos más rápido que el micelio de una placa de agar, porque está más «activo» y disperso. Posee una mayor cantidad de unidades formadoras de colonias (UFC).

Fácil de escalar
Puedes inocular muchas bolsas o frascos de sustrato a partir de una sola jeringa de LC. Ideal para producción a mayor escala.

Mejor distribución al inocular
Al ser líquido, puedes inyectarlo en varios puntos del sustrato, logrando una expansión del micelio más homogénea.

Menor riesgo de contaminación en la inoculación
No hace falta abrir el frasco, como con una placa de Petri. Solo se pincha con jeringa estéril a través de un puerto de inyección.

Almacenamiento práctico
Bien refrigerado, un LC puede durar de 2 a 6 meses (incluso más, según la cepa y la esterilidad).

Desventajas

Dificultad para detectar contaminación
Una LC puede parecer limpia, pero tener bacterias o levaduras que no se ven a simple vista. No es tan fácil como mirar una placa.

Se necesita equipo estéril desde el inicio
Requiere un proceso de preparación más controlado (frasco con puerto, mezcla bien balanceada, agitación, etc.).

No sirve para observar morfología o clonar
A diferencia de una placa de agar, en una LC no puedes evaluar visualmente el crecimiento ni hacer aislamientos o clonaciones.

Requiere agitación o al menos movimiento
Para mantener el micelio disperso y oxigenado, muchas veces se necesita agitar (manual o con agitador magnético).

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