¿Te suena Pholiota adiposa? Probablemente no mucho… y eso está bien, porque todavía es una especie poco conocida en el mundo del cultivo casero. Pero te adelantamos algo: cuando la conozcas bien, vas a querer reservarle un rincón fijo en tu estantería.

Esta especie, también llamada chestnut mushroom, tiene un sabor sabroso y una textura que sorprende: ni babosa, ni seca, sino firme y agradable. Además, tiene un sombrero dorado precioso que parece sacado de un cuento de hadas. Es de esos hongos que, cuando los ves crecer, te quedás un rato mirándolos sin hacer nada más.

¿Qué necesitás para empezar?

Cultivarlo no es difícil, pero como con cualquier hongo, hay que tenerle cariño y paciencia. Acá te dejamos lo básico:

  • Micelio de Pholiota adiposa
    Lo podés conseguir en nuestra tienda online. Siempre fresco y con buena vitalidad.
  • Sustrato
    Lo ideal es aserrín de maderas duras (roble, encina, etc.) mezclado con un poquito de salvado (entre un 10 y 20%). Esto le da al micelio los nutrientes que necesita.
  • Contenedores
    Bolsas con filtro o frascos de vidrio adaptados para que respiren, pero sin dejar pasar contaminantes.
  • Olla a presión o autoclave
    Para esterilizar el sustrato. No es negociable: sin eso, las contaminaciones se te comen el cultivo antes de que arranque.
  • Un lugar para incubar y otro para fructificar
    No hace falta que montes un laboratorio. Con un espacio templado y húmedo para incubar, y otro con buena ventilación y algo de luz para la fructificación, estás más que bien.

Prepará tu sustrato

Acá es donde empieza la magia.

  1. Hacés la mezcla base:
    Aserrín + salvado + agua. Humedecelo hasta que al apretarlo con la mano apenas salga una gotita.
  2. Esterilizá esa mezcla:
    En autoclave, con 90 minutos a 15 PSI va perfecto.
    En olla a presión: 3 horitas. Sí, parece mucho, pero vale la pena.

Inoculación (o sea, meterle el micelio)

Cuando el sustrato ya esté frío (¡esto es importante!), abrí el frasco o bolsa con cuidado y agregá el micelio. Hacelo en un lugar limpio, sin corrientes de aire, y si podés usar guantes y alcohol, mejor.

Mezclá bien para que el micelio no quede todo en un rincón. Cerrá bien, poné una etiqueta con la fecha y el nombre del hongo (¡creenos, después te vas a alegrar de haberlo hecho!).

Incubación

Guardalo en un lugar tranquilo, oscuro y con temperatura estable entre 20 y 24 °C. Durante unas 3 o 4 semanas vas a ver cómo el micelio va colonizando todo. Es como ver crecer raíces blancas dentro del frasco… ¡un espectáculo!

Fructificación

Cuando todo esté blanco y bien colonizado, pasá los bloques a un lugar con luz suave (no sol directo), buena ventilación y humedad alta. Bajá un poco la temperatura (idealmente entre 15 y 18 °C).

Podés rociar con agua o usar un humidificador. Si tenés forma de medir la humedad (con una sonda o higrómetro), apuntá a un 85-90%.

En un par de semanas, vas a ver aparecer pequeñas cabecitas doradas. ¡Ahí empieza lo mejor!

Cosecha

Los chestnut están listos cuando los sombreros están abiertos pero todavía no del todo desplegados. No los dejés pasarse. Podés cortarlos con un cuchillo limpio o girarlos con cuidado desde la base.

Tratalos con cariño: son delicados, y si los manipulás bien, te duran más y se ven preciosos.

Algunas cosas que aprendimos a fuerza de meter la pata

  • La limpieza es la mitad del cultivo.
    Si sos cuidadoso en la inoculación, vas a tener muchas menos contaminaciones.
  • Revisá seguido.
    No hace falta obsesionarse, pero un vistazo diario te puede salvar el cultivo si algo empieza a ir mal.
  • Cultivá en ciclos.
    Si hacés varios lotes con diferencia de días, vas a tener una producción más constante y no te vas a quedar sin hongos de golpe o que salgan todos a la vez.

Cultivar Pholiota adiposa es una de esas cosas que parecen pequeñas, pero que te conectan con algo más grande. Es ver cómo algo casi invisible se transforma en alimento, en belleza y en aprendizaje.

Y eso, para nosotros, es una de las cosas más mágicas que tiene el mundo fungi.

Si te decidís a probar, acá estamos para ayudarte.
Si ya la cultivaste, ¡contanos tu experiencia!
Y si simplemente querés empezar, no lo pienses tanto.

Sólo vos sabés qué hacer con el tiempo que se te ha dado. ¡Y cultivar hongos siempre es una buena idea! 🍄

Javi & M. Inés
(Desde algún rincón de la micoteca)

Cultivar Pholiota adiposa puede ser una experiencia gratificante que te permitirá disfrutar de hongos frescos y deliciosos. Siguiendo esta guía podrás asegurar un cultivo exitoso y productivo. Para obtener micelio de alta calidad, te invitamos a visitar nuestra tienda en este enlace directo encontraras Pholiota adiposa en dos formatos:

  • Placa de Petri 90×15 mm
  • Jeringa de 10 ml

Decide bien qué hacer con el tiempo que se te ha otorgado, cultivar hongos es algo que resulta beneficioso para tu cuerpo y para tu psique, así que hazlo YA.

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